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domingo, 5 de julio de 2015

Descubren ocho millones de perros momificados en una catacumba

Restos de una momia canina encontrada en una sección de la catacumba.
A los romanos les parecía la cosa más loca del mundo, dioses con cabeza de animal de aspecto monstruoso a los cuales, además, se ofrendaban miles, millones de sus animales favoritos momificados. Los pobres no comprendían que no es que a los egipcios les hubiera dado por adorar a cualquier bicho que anduviera por el valle del Nilo. No, lo que pasa es que en el comportamiento o las costumbres de algunos animales veían alguno de los rasgos del dios.
Por ejemplo, la tilapia nilótica tiene la costumbre de meterse a todos sus alevines en la boca en cuanto siente peligro, para expulsarlos cuando éste ha pasado; un comportamiento que los egipcios identificaron con el de la diosa Nut, que se tragaba al cansado dios Atum al atardecer y lo paría renacido al amanecer como Ra.
La costumbre de las ofrendas de momias de animales se desarrolló enormemente sólo durante la época ptolemaica, cuando pasó de ser un acto piadoso a una especie de «moda» religiosa de la que los templos y sus sacerdotes sacaron pingües beneficios. Comprendiendo dónde estaba el negocio, los templos no tardaron en construir criadores de animales cercanos a sus instalaciones, donde disponían de animales frescos que momificaban luego para poder vender a los fieles que venían a pedir dádivas al dios.
Hemos de suponer que, con las momias compradas a los sacerdotes, uno tenía al menos la seguridad de que de verdad había dentro el animal escogido; porque lo cierto es que las «momias» falsas (apenas unos huesos mezclado con barro, o con alguna pluma si era de un ave) son hallazgos habituales. Seguro que compradas por los fieles en la tienda cercana al templo, mucho más barata.
Tampoco debían de tratarse de bienes muy caros, porque lo cierto es que se conocen catacumbas donde los sacerdotes iban depositando las momias de animales ofrendadas a lo largo de los decenios hasta acumular cantidades inimaginables, en la línea de los cientos de miles... Recientemente, ha saltado a los medios una noticia que los especialistas ya conocían desde el siglo XIX: una de estas catacumbas de animales cercana a Menfis que contiene -dicen los cálculos- 8 millones de momias de perro, cachorros y adultos. Se trata de ofrendas votivas para el cercano templo del dios Anubis, el dios chacal.
Los motivos que se han propuesto para estas momias de perro son varios, aunque siempre del tipo ofrenda propiciatoria. Uno llegaba a visitar la capital y antes de irse dejaba una muestra de su agradecimiento al dios por lo bien que había salido su viaje, o uno se iba de la ciudad y buscaba no tener contratiempos en el camino, o incluso uno compraba una momia de perro porque de este modo pensaba que estaba ayudando a alguna persona querida que se encontraba ya en el más allá, a la cual el cánido podría prestar socorro de algún modo que se nos escapa.
Resulta interesante comprobar que hay dos tipos de momias, los perros adultos, que posiblemente fueran criados por los propios sacerdotes, y los cachorros, con apenas horas e incluso días de vida, a los cuales se dejaban morir de inanición antes de momificarlos, porque ninguno de ellos presenta violencia alguna antes de la muerte, como podría ser el cuello roto visible en otras momias de animales de otros cultos.
Para nosotros resulta una extraña forma de demostrar respeto al matar al animal con el cual uno identifica a un dios, pero los egipcios ptolemaicos no parecen haber pensado lo mismo. A la vista está, en la inmensa catacumba excavada en la roca de Sakkara donde reposan los canes de Anubis, que no es sino una más de las de la región, como la dedicada al dios Thot y sus millones de momia de íbises...

Fuente: http://www.elmundo.es/la-aventura-de-la-historia/2015/06/30/559253a6268e3ea1508b456e.html

sábado, 4 de abril de 2015

¿Se hervía la comida en la era de hielo?

Quizá no ganarían un premio en los Top Chef, pero nuestros ancestros sabían cocinar a término medio sin siquiera poseer una olla de piedra, sugiere un paleontólogo.
"Me parece muy probable que los neandertales hayan hervido su comida", afirmó el arqueólogo de la Universidad de Michigan John Speth, en una reciente reunión de la Sociedad de Arqueología Americana en Austin, Texas. "Anduvieron por ahí por mucho tiempo y eran muy listos con el fuego".
Los neandertales fueron una especie de humanos primitivos que vivieron en Europa en el cercano oriente hasta hace aproximadamente 30,000 años. La sabiduría convencional sostiene que la ebullición para ablandar los alimentos o disolver la grasa de los huesos pudo haber sido una de las ventajas que permitieron que el homo sapiens prosperara, mientras los neandertales se extinguieron.
Pero con base en la evidencia de huesos antiguos, lanzas y masas de harina cocida, Speth cree que nuestra ascendencia de la era de piedra probablemente hervía su comida. El investigador sugiere que los neandertales cocinaban utilizando únicamente bolsas de piel o bandejas de corteza de abedul, apoyándose en un truco de química: el agua hierve a una temperatura inferior al punto en que lo hace casi cualquier recipiente, incluso la corteza de árbol o cueros flamables.
"Tú puedes hervir en casi cualquier cosa mientras lo retires del fuego con rapidez", explica Speth. Menciona escenas de la novela de Jean Auel, Clan of the Cave Bear (que después se adaptó al cine mediante El clan del oso cavernario), en la cual los neandertales preparaban estofados en sacos ocultos.
"Esto no fue invención de un genio moderno", añade.

Fuente: http://www.ngenespanol.com/ciencia/descubrimientos/14/08/06/se-hervia-comida-era-hielo.html

martes, 17 de marzo de 2015

Las arenas de Luxor desvelan la segunda tumba de un funcionario faraónico en una semana

Detalle de la decoración de la tumba hallada en Luxor.
Dos tumbas en apenas una semana. La misión de arqueólogos estadounidenses que halló hace unos días la tumba de Amenhotep, guardián del dios Amón, ha protagonizado este martes un nuevo descubrimiento formidable. A unos metros del primer enterramiento los egiptólogos se han topado con la sepultura de "Sa Mut" con su muros repletos de hermosas y coloridas estampas que narran la vida y las festividades en la tierra de los faraones.
La tumba de "Sa Mut", con más de 3.000 años de antigüedad, ha sido localizada al este de la tumba TT110 cuyas labores de limpieza sirvieron a la expedición del ARCE (Centro de Investigación Americano en Egipto, por sus siglas en inglés) para dar fortuitamente hace una semana con el enterramiento de Amenhotep, un funcionario del Imperio Nuevo al que los títulos tallados en el dintel de la puerta principal describen como "guardián de Amón".
Los tres enterramientos -situados en Gurna, en la ribera occidental de la actual Luxor- comparten patio, ha informado este martes el ministerio de Antigüedades egipcio en un breve comunicado.
Como la de Amenhotep -también apodado "Rebiu"-, el nuevo hallazgo data muy probablemente de la dinastía XVIII (1.450-1050 a.C.), un período de enorme zozobra en la corte faraónica. Sepultada por los escombros, la tumba de "Sa Mut" guarda entre sus paredes de yeso "estampas con colores muy brillantes" en las que se alternan momentos del día a día con festividades y viñetas del difunto en compañía de su esposa "Ta Khaeet". El plano del lugar tiene forma de T, con una sala transversal y cámaras laterales inconclusas.
Al igual que sucede con la de su finado más cercano, el sitio fue profanado en la antigüedad y sus escenas dañadas deliberadamente. Un expolio y purga que los expertos atribuyen a la campaña de destrucción iniciada por Ajenatón, el monarca que desterró la antigua religión; alentó el monoteísmo por primera vez en la Historia; e impuso el culto a una nueva deidad -el dios solar Atón- con la oposición del todopoderoso clero. Por orden del "faraón hereje", se cercenó la memoria de todo aquello vinculado a Amón.
Los dos hallazgos -calificados de "asombrosos" por el ministerio de Antigüedades- pueden alumbrar una época de transformaciones y memoria mutilada. Según el director de la expedición, el egiptólogo estadounidense John Shearman, "el nuevo descubrimiento junto al de la semana pasada abrirá la puerta a nuevos hallazgos en el futuro que precisarán de más trabajo para desvelar nuevos hechos científicos y arqueológicos".
Su misión completa los descubrimientos firmados durante el último año relacionados con este destacado periodo de la historia. En 2014 un equipo de egiptólogos españoles encontró en Luxor la clave que desentraña los entresijos de la revolución monoteísta. Las inscripciones jeroglíficas halladas en cuatro columnas de la tumba del visir Amenhotep Huy confirmaron la hasta ahora discutida corregencia de Amenhotep III (1387-1348 a.C.) y su hijo Amenhotep IV, el monarca convertido luego en Ajenatón.
El ascenso de Amenhotep III marcó el comienzo de la reforma monoteísta que su hijo completó cuando abandonó Luxor y levantó Tell el-Amarna, a mitad de camino de Tebas y Menfis y dedicada al nuevo culto a Atón. También el año pasado, la misión italoespañola "Min Project" se topó con la tumba de May, un alto funcionario de la dinastía XVIII al que los relieves presentan como un importante estadista encargado de supervisar los caballos, el ganado y los campos del faraón. El descubrimiento fue, como ahora, fruto del bendito azar.

Fuente: http://www.elmundo.es/ciencia/2015/03/10/54ff201ee2704e83538b4578.html

jueves, 22 de enero de 2015

Rompen la barba de Tutankamón y la arreglan con pegamento

La barba postiza de la famosa máscara mortuoria dorada de Tutankamón, uno de los grandes tesoros del Antiguo Egipto y para muchos el objeto icónico por excelencia de la civilización faraónica, ha sido burdamente pegada a la barbilla con un pegamento industrial inapropiado tras desprenderse durante una sesión de limpieza. El accidente y la chapuza subsiguiente —es como si hubiera caído limpiacristales Netol sobre la Mona Lisa en el Louvre— se produjeron en fecha indeterminada en el Museo Egipcio de El Cairo, han informado la agencia AP y el diario egipcio Al Ahram.
La noticia ha sacudido al mundo egiptológico por cuanto pone de manifiesto una vez más las malas condiciones de conservación en el viejo museo cairota, atiborrado de piezas de incalculable valor patrimonial, y las acciones negligentes en su cuidado.
Un primer plano actual de la máscara de Tutankamón muestra una capa transparente-amarillenta entre la barba ornamental y la barbilla del joven rey. Según algunas fuentes, un operario del museo trató de raspar esa capa de pegamento sobrante con una espátula produciendo algunas rascadas en el rostro de la máscara. La denuncia de lo ocurrido se ha hecho anónimamente desde el propio museo por miedo a las represalias. El Ministerio de Antigüedades no ha proporcionado información alguna sobre los hechos.
Un conservador no identificado explicó que "desafortunadamente" se empleó un material irreversible, pegamento de la marca Epoxi, que suelda resolutivamente materiales como piedra y metal pero que sin duda no es apropiado para una obra de arte de primera categoría como la máscara de Tutankamón. La máscara debería haber sido llevada al laboratorio de conservación para analizar el daño, pero se decidió, "desde arriba", según las fuentes, subsanar la rotura inmediatamente para volver a exhibir la pieza, que es uno de los grandes atractivos del museo.
La máscara de Tutankamón, de hoja de oro y decorada con incrustaciones de vidrio coloreado de azul y piedras semipreciosas (los ojos, subrayados en lapislázuli, son de cuarzo y obsidiana), se exhibe en la sala principal de los tesoros del faraón, junto a los ataúdes dorados y las joyas y amuletos hallados en su momia. El bellísimo objeto mide 54 centímetros de altura y pesa 10,23 kilos. Representa al rey como Osiris portando el tocado nemes y coronado en la frente con las figuras de la cobra y el buitre de la realeza. En la parte posterior presenta uno de los pocos textos hallados en la tumba, una versión de un fragmento del Libro de los Muertos.
La revelación de esta extraordinaria obra de arte egipcio al abrir el tercer ataúd de Tutankamón, que era de oro macizo, fue uno de los grandes momentos del hallazgo de la tumba por Howard Carter. Una irregularidad en la mejilla izquierda de la máscara —que no está claro si fue hecha originalmente para Tutankamón— dio pábulo a supercherías de maldición al haber muerto Lord Carnarvon, patrocinador de la excavación de la tumba, a causa de una herida infectada en el mismo sitio. A ver si la maldición real va a ser el superglue.

Fuente: http://cultura.elpais.com/cultura/2015/01/22/actualidad/1421933637_233311.html

domingo, 11 de enero de 2015

Descubren escultura poco común de más de 2.300 años en Egipto

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El Cairo, Egipto.-
Arqueólogos suecos descubrieron en Egipto una escultura mural poco común de más de 2.300 años representando al dios sol Amón-Ra y al dios escriba Tot, indicó el martes el ministerio de Antigüedades.
“Las esculturas que asocian a ambas divinidades, el dios Amón-Ra y el dios Tot, son poco comunes”, indicó a la AFP Ali al Asfar, un alto funcionario del departamento a cargo del Alto Egipto del ministerio, según el cual la escultura pertenece al período histórico situado entre 1085 y 335 antes de nuestra era.
La escultura mural se descubrió en una cantera faraónica, al norte de Asuán (sur) “que proporcionó las piedras para la construcción de los más importantes templos del Antiguo Egipto, en particular el complejo de Karnak y el templo de Luxor”, precisó el ministro de Antigüedades, Mamduh al Damaty en un comunicado.
El equipo de arqueólogos de la universidad de Lund también descubrió “una escultura mural que representa la salida de dos obeliscos de la cantera”, indicó Asfar, estimando que esta obra podía ser de la época de la reina Hatshepsut, de la dinastía XVIII (1508-1458 antes de nuestra era), ya que hay una escena similar en las paredes del templo de la reina, cerca de Luxor.
También se descubrieron en la cantera casas de obreros de la época faraónica esculpidas en la piedra.

Fuente: http://www.horacero.com.mx/vida-y-cultura/descubren-escultura-poco-comun-de-mas-de-2-300-anos-en-egipto/

martes, 6 de enero de 2015

China y los restos que demostrarían un pasado ligado al Perú

China y los restos que demostrarían un pasado ligado al Perú
El mayor experto chino en la dinastía Shang, el arqueólogo Tang Jigen, está dispuesto a realizar pruebas de ADN para determinar si existió una conexión temprana entre la dinastía Shang y las civilizaciones preíncas. De esta forma también se comprobaría que navegantes chinos arribaron al continente americano mucho antes que Cristóbal Colón.
“Hasta el momento no tenemos evidencia científica, aunque hay estudiosos chinos que han propuesto esta teoría a partir de leyendas sobre el desplazamiento de un grupo humano perteneciente a la dinastía Shang. Hay que hacer estudios comparativos más profundos”, propone Tang, de la Academia de Ciencias Sociales de China.
Desde hace dos décadas, los investigadores chinos Song Baozhong y Wang Dayou estudian los contactos entre la antigua China y la América precolombina. En el 2006 recorrieron el Perú, Ecuador y Bolivia, tras los pasos de lo que se conoce como el “viaje de los Yin hacia el este”. De acuerdo con sus hipótesis, los antiguos peruanos tendrían origen chino.
La última capital de la dinastía Shang estuvo ubicada en la ciudad de Yin. Fue allí donde el reinado alcanzó su apogeo, pero también su ocaso. Este período se conoce como Shang-Yin. Según antiguos libros chinos, cuando la dinastía colapsó, un desencantado príncipe Yin, que rechazó ceder el poder a sus enemigos, partió de China con su ejército y se dirigió hacia el este.
Los expertos chinos afirman que los clanes que dieron forma a las culturas de México y el Perú son descendientes directos de los Yin. La última etapa de la dinastía Shang coincide cronológicamente con la primera etapa de la cultura Chavín. Desde entonces, los intercambios podrían haber sido más frecuentes y en distintas épocas.
DINASTÍA MADRE
En 1999, el arqueólogo Tang hizo historia cuando descubrió vestigios de una antigua ciudad amurallada de la dinastía Shang (1600 a.C - 1046 a.C) en la provincia de Henan. No solo es la primera dinastía china cuya existencia está comprobada con hallazgos arqueológicos, sino que además es considerada la cuna de la civilización china.
“La historia de la escritura en China se inicia en la dinastía Shang. Los huesos oraculares son evidencia científica de que se trata de uno de los sistemas de escritura más antiguos del mundo”, explica el experto. Estas inscripciones se hicieron sobre caparazones de tortugas y huesos de animales, en ocasiones con un pincel.
A través de los huesos oraculares se ha podido conocer la genealogía real completa de la dinastía Shang, así como sus creencias y organización social. “El culto a los ancestros, el concepto de familia y los ritos son de esa época”, señala Tang. El bronce estaba destinado a vasijas ceremoniales y armas.
Según el arqueólogo, la estructura arquitectónica llamada ‘siheyuan’, compuesta por un patio rodeado por cuatro edificios, y que perduró hasta el siglo pasado, aparece en la dinastía Shang. En el sitio arqueológico de Yinxu –donde habitaba el grupo Yin– se han encontrado tumbas y palacios que son prototipos de la arquitectura china.
“Mataron a mucha gente y esa fue una de las razones de su fin. Hacían sacrificios humanos para honrar a sus ancestros. Las víctimas podían ser de buena posición social o esclavos. Pero también secuestraban a campesinos para sacrificarlos. Hemos encontrado muchos cuerpos sin cabeza”, cuenta el arqueólogo.
EXTRAÑAS COINCIDENCIAS
A principios del 2014, durante una visita académica, un profesor de la Universidad de Stanford le mostró piezas de la cultura Chavín. Tang reconoció ciertas similitudes con la dinastía Shang. “Aunque hasta aquí no podemos concluir que los Yin cruzaron el océano rumbo a Mesoamérica. Aún estamos lejos de ese punto”, sostiene.
Contemporánea a la dinastía Shang floreció la cultura Sanxingdui, en la provincia de Sichuan, considerada una misteriosa civilización que no aparece documentada en los antiguos libros chinos. Hallazgos como grandes máscaras cubiertas de láminas de oro y cabezas de bronce son hasta hoy un enigma para los especialistas.
Un motivo que aparece en las vasijas de bronce de la época Yin (dinastía Shang) y en las máscaras de Sanxingdui es el Taotie, una mezcla de dragón y felino, con ojos protuberantes, marcadas ventanas nasales, colmillos, cuernos y garras. Suele estar representado con un cuerpo y dos cabezas que pueden ser de dragón, fénix o serpiente.
Se trata de un ogro de la mitología china, uno de los 9 o 14 hijos del dragón. Su nombre se debe a su voraz apetito. Es un tótem protector que está ligado a un contexto religioso o de guerra, ya que se registra en piezas o herramientas que cumplen estas funciones. Simboliza la valentía, la agresividad y la fuerza.
Para Song y Wang, este elemento chino está presente en cerámicas y esculturas preincaicas, siempre de carácter religioso o guerrero. El felino de la iconografía Chavín es en realidad la representación de Taotie, que además aparece en un pectoral de oro y en la Estela de Raimondi, afirman convencidos.
China y los restos que demostrarían un pasado ligado al Perú
Estas y otras representaciones –según los estudiosos chinos– se extienden a las culturas Mochica, Nasca, Paracas y hasta los incas, donde además es posible reconocer antiguos caracteres chinos en ceramios, artefactos, túnicas, tapices y geoglifos. En todos los casos, los trazos están dispuestos y vinculados al concepto de poder.
“Hemos llegado al punto de que es necesario hacer estudios científicos. Propongo comparar el ADN de restos de la dinastía Shang con los de la cultura Chavín o posteriores. Podemos mandar las muestras a laboratorios en EE.UU. o Canadá. Solamente con estas pruebas confirmaríamos un pasado compartido”, plantea Tang.

Fuente: arqueología del Perú

sábado, 3 de enero de 2015

Descubren una ciudad subterránea de 5.000 años de antigüedad en Turquía

Derinkuyu, otra de las ciudades subterráneas de la zona | Wikimedia (cc)
Una ciudad subterránea milenaria fue descubierta por científicos en la región turca de Capadocia, la que podría representar el mayor hallazgo arqueológico de 2014 y la más grande del mundo construida bajo tierra.
Según informa la agencia española Efe, se trata de una urbe con unos 7 kilómetros de túneles, la que se encontró durante trabajos de remoción de tierra para construir nuevos edificios, lo que fue inmediatamente detenido.
La zona se ubica en la provincia de Nevsehir, misma que ya cuenta con varias ciudades subterráneas, pero ninguna de la observada en los últimos días, puesto que a juicio del acalde, Hasan Unver, sólo las cocinas de esta nueva ciudad, que se estima en 5.000 años, son más grandes que las otras urbes conocidas.
Capadocia, región a la que pertenece la provincia de Nevsehir, forma parte de Anatolia central, sector montoñoso de Asia en la antigüedad, que albergó diversas civilizaciones, entre ellos los Troya, el Imperio hitita, el Imperio bizantino, entre otros.

Fuente: BioBioChile http://www.biobiochile.cl/2014/12/30/descubren-una-ciudad-subterranea-de-5-000-anos-de-antiguedad-en-turquia.shtml

viernes, 2 de enero de 2015

Descubren cultura Pacasmayo de hace 1500 años

Existen estudios sobre la cultura pero no se percataron de algunos detalles.
Una nueva civilización de hace 1500 años, a la que denominan Cultura Pacasmayo descubrió Jhon Eric Sánchez Gonzáles, investigador guadalupano, autor de la obra Cuando los guadalupanos combatieron, en la que revela la existencia de un niño héroe que participó en la Guerra de la Independencia del Perú.
Los resultados de su investigación fue revelado en exclusivo para La Industria, luego que el arqueólogo Jaime Deza Rivasplata y el antropólogo Raúl Yenque Mendoza respaldaran su tesis, respecto a la existencia de la referida cultura.
Sánchez Gonzáles refiere que su investigación bibliográfica empezó hace 16 años y luego de contrastar con investigaciones arqueológicas y antropológicas concluyó que existió una cultura intermendia, entre la Cultura Mochica y Chimú, la misma que se denominó Pacasmayo. La referida civilización –según el estudioso- se desarrolló desde 500 hasta 1150 después de Cristo.
Una vez concluido su estudio, asegura que la cultura recién descubierta tuvo como centro de irradiación cultural el Complejo Arqueológico Pakatnamú, la segunda ciudad de barro más grande del Perú, después de Chan Chan. Fue el centro político, administrativo, religioso y militar de la cultura Pacasmayo, situada a 12 kilómetros de Guadalupe, sobre un acantilado de 30 metros de altura, con vista al mar. Tiene una extensión de 10 mil hectáreas.

Fuente: http://laindustria.com/trujillo/regional/descubren-cultura-pacasmayo-de-hace-1500-anos#.VJ9rIFtm5qY.facebook 

sábado, 27 de diciembre de 2014

Descubren una enorme estructura de piedras enterrada bajo Stonehenge

Descubren una enorme estructura de piedras enterrada bajo Stonehenge
El último estudio practicado a Stonehenge sugiere que lo que conocemos de este monumento neolítico es solo la punta del iceberg. Enterradas bajo el círculo de piedras que cada año visitan miles de turistas se han encontrado decenas de nuevas estructuras. Una de ellas es un círculo de piedras tan grande que ya se ha bautizado como "Superhenge".
A veces basta un detalle aparentemente sin importancia como dejar sin regar la hierba para descubrir un nuevo misterio en el monumento neolítico. En esta ocasión el descubrimiento no ha sido casual. Han sido necesarios cuatro años de minucioso examen subterráneo dentro de lo que se conoce como Stonehenge Hidden Landscape Project. El terreno alrededor del monumento actual se ha examinado concienzudamente mediante radares subterráneos y magnetómetros guiados por GPS.
¿Los resultados? Stonehenge es solo una pequeña parte de un conjunto enorme con más de 17 monumentos rituales de la misma época. Los investigadores de la Universidad de Birmingham autores del estudio destacan una superestructura de 1,5 kilómetros de circunferencia que envuelve el monumento actual y que estaba formada por 60 troncos o piedras de tres metros de altura.
Bajo el subsuelo de Stonehenge también hay 12 monumentos funerarios. El más llamativo de ellos es un masivo edificio construido con troncos cuyo uso aún es una incógnita, pero que pudo haber servido para albergar actividades previas al enterramiento.
El estudio también ha revelado centenares de restos arqueológicos más modernos que van desde la era de bronce hasta campamentos de la época romana. Todo indica que el subsuelo bajo Stonehenge tiene aún mucha historia que contar.

Fuente: http://es.gizmodo.com/descubren-una-enorme-estructura-de-piedras-enterrada-ba-1632916381

martes, 23 de diciembre de 2014

No, el niño de Taung no era como nosotros

No, el niño de Taung no era como nosotros
El 7 de febrero de 1925, hace casi 90 años, la revista Nature publicaba un descubrimiento excepcional: el hallazgo, por parte del profesor Raymond Dart, de la Universidad de Wits en Johanesburgo, de un cráneo infantil excepcionalmente bien conservado y con una antigüedad de 2,5 millones de años.
El extraordinario fósil, el primero que se asignó a la especie Australopithecus africanus, fue extraído por un grupo de obreros que trabajaba en una cantera de la localidad de Taung y entregado después a Dart. Desde entonces, "el niño de Taung" se ha considerado un claro precursor de los humanos modernos, con rasgos que muestran las mismas adaptaciones craneales que poseen los niños de nuestra propia especie, Homo sapiens.
Sin embargo, otro equipo de la misma universidad surafricana acaba de echar un jarro de agua fría a la teoría establecida. Y en un artículo recién publicado en PNAS afirma que, en realidad y en contra de lo que se creía hasta ahora, El niño de Taung no puede, de ninguna manera, colocarse en la línea que lleva desde nuestros orígenes colectivos hasta nosotros.
Para hacer esta afirmación el cráneo de ese primer australopiteco fue sometido por los investigadores de la Universidad de Wits a un exhaustivo análisis con las tecnologías de rayos X y tomografías computerizadas más recientes. Y los reultados han sembrado una duda más que razonable de que Australopithecus africanus muestre realmente las mismas adaptaciones craneales que pueden verse en los niños pequeños de nuestra propia especie.
Hasta ahora, se pensaba que los cerebros infantiles de estos antiguos homínidos tenían un desarrollo muy similar al de los niños modernos, especialmente en la región prefrontal. Lo cual les confería, automáticamente, un puesto de honor en la carrera hacia los primeros representantes del género Homo.
De hecho, el niño de Taung tiene una gran importancia, tanto histórica como científica en el registro fósil, y ha sido considerado hasta ahora como el primer y mejor ejemplo de la evolución cerebral de los primeros homínidos.
Fontanelas abiertas
Para probar la antigüedad de esta adaptación evolutiva del cerebro humano, Kristian J. Carlson, del Instituto de Estudios Evolutivos de la Universidad de Wits, y otros colegas de las Universidades de Columbia y Florida, llevaron a cabo una disección en un molde de silicona del cerebro del niño de Taung, utilizando tomografías computerizadas de alta resolución.
En palabras de Carlson, "estudios recientes han descrito a este fósil de casi tres millones de años de antigüedad como a un niño de tres o cuatro años de edad, con las fontanelas aún abiertas y la sutura frontal aún perceptible, dos características que en los humanos modernos facilitan el crecimiento del cerebro después del nacimiento".
Pero las comparaciones llevadas a cabo con otras muestras del registro fósil y con chimpancés no sostienen, según Carlson, este escenario evolutivo. Citando varias deficiencias en la forma en que el material del fósil de Taung ha sido evaluado hasta ahora, los investigadores sugieren que las evidencias físicas del cráneo de Taung no están ligadas de forma incontrovertible a una expansión temprana del lóbulo prefrontal, una región cerebral implicada en un gran número de comportamientos humanos. Y que por lo tanto no tienen nada que ver con la forma en que se desarrolla el cerebro de los niños de nuestra especie.
Los autores del artículo también cuestionan las bases teóricas ofrecidas hasta ahora para esta adaptación evolutiva en Australopithecus africanus, y al rechazar la presencia de estas características en el niño de Taung, discuten si estas estructuras podían haber aportado ventajas selectivas en la evolución de los homínidos, sobre todo en los australopitecinos.
Por lo tanto, los resultados del nuevo estudio muestran que, a pesar de lo que se creía, no existen aún pruebas físicas de que este tipo de adaptación craneal haya evolucionado antes de la aparición del género Homo. Ni tampoco hay evidencia alguna de que exista un vínculo entre las características observadas en el cráneo del niño de Taung y la expansión temprana del lóbulo prefrontal.
Fuente: http://www.abc.es/ciencia/20140827/abci-nino-taung-como-nosotros-201408270953.html

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Achocalla guarda sitios arqueológicos de la época tiwanacota

Achocalla guarda sitios arqueológicos de la época tiwanacota
El municipio paceño de Achocalla, colindante con la sede de Gobierno y la ciudad de El Alto, alberga cerca de 42 de sitios arqueológicos que muestran la presencia de asentamientos tiwanacotas entre los años 400 y 800 d.C., según el arqueólogo y responsable del Laboratorio de Lítica de la Carrera de Arqueología de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), José Luis Paz.
De acuerdo con una reciente publicación del Periódico Digital Programa de Investigación Estratégica en Bolivia (PIEB), hasta ahora los hallazgos han permitido aproximaciones a la naturaleza del sitio, pero se necesitan más estudios para saber si pudo haber existido un centro administrativo regional, un templete, áreas de elite y otros.
"En un sitio de aproximadamente tres hectáreas, sólo hemos hecho dos pozos de 2 por 2 (metros) y uno de 1 por 1. Está explorado menos del 1%. En ese espacio reducido tenemos más de 14 mil tiestos, vasijas, de las que hemos logrado restaurar 13, estructuras de fogones, etcétera.
El sitio es denso, complejo y grande, hay mucha complejidad estratigráfica, arquitectónica y estructural", dice el arqueólogo Paz. La zona está en un área en pleno proceso de urbanización y existen riesgos de no poder preservar el sitio para continuar investigando.
Paz aseguró que guarda la esperanza que las autoridades busquen mecanismos alternativos para evitar daños este espacio. "Hemos ido a visitar el sitio y ya han construido varias edificaciones; han hecho un corte carretero, hay bastantes materiales aflorando. Entonces el sitio está siendo destruido cada vez más y cada año que pasa es más difícil investigar ahí", explicó. ANF

Fuente: http://www.paginasiete.bo/ciencia-tecnologia/2014/11/4/achocalla-guarda-sitios-arqueologicos-epoca-tiwanacota-37208.html

lunes, 27 de enero de 2014

Así era un europeo hace 7.000 años: con ojos azules y piel morena

La recuperación del genoma completo de un cazador prehistórico ayuda a entender los cambios genéticos que sufrió la especie humana al adoptar la agricultura
El poeta Gustavo Adolfo Bécquer podría haber mirado a la cara de un cazador europeo de hace 7.000 años y recitarle aquello de “¿Qué es poesía?, dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul. ¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas? Poesía… eres tú”. El análisis del ADN de un diente de un hombre treintañero que vivió hace siete milenios en las montañas españolas sugiere que tenía piel oscura y ojos azules, un aspecto que “ya no existe en Europa”, según recalca el investigador Carles Lalueza-Fox, que ha dirigido el estudio. Es el primer genoma completo que se recupera de un cazador-recolector europeo y su análisis puede ayudar a entender los cambios genéticos que sufrió la especie humana al adoptar la agricultura y la ganadería como modo de vida.
Aquel hombre que miró al mundo con ojos azules ha sido bautizado con asepsia científica La Braña 1, por el yacimiento en el que fueron encontrados sus restos en 2006, una fría cueva situada en el municipio leonés de Valdelugueros. La Braña 1 vivió en una época previa a la revolución cultural del Neolítico, que trajo una dieta rica en cereales y leche, además de suponer la llegada de nuevas enfermedades procedentes de los animales domesticados. La Braña 1 era intolerante a la lactosa de la leche y digería mal el almidón de los cereales.
“No podemos saber el tono exacto, pero tenía la piel más oscura que todos los europeos actuales”, sostiene Lalueza-Fox, refiriéndose a europeos desde el punto de vista genético. “Los datos que tenemos indican que en aquella época eran muy pocos y muy uniformes genéticamente, así que es posible que en Europa fueron todos bastante parecidos”, opina el investigador, del CSIC, dibujando un continente lleno de cazadores de ojos azules y piel oscura. “La mutación de la piel clara pudo entrar en Europa procedente de Próximo Oriente más tarde, en el Neolítico”, hipotetiza.
Los autores del estudio, que se publica hoy en la revista Nature, creen que, pese a la enorme distancia, aquel cazador de ojos azules tenía un ancestro común con los pobladores de Mal’ta, un yacimiento cercano al lago Baikal, en Siberia, en el que se han encontrado estatuillas talladas en marfil de mamut hace más de 20.000 años.
Un científico que se pierde en su edificio
Lalueza-Fox ha dirigido el estudio junto a Eske Willerslev, de la Universidad de Copenhague (Dinamarca). En su reciente libro Palabras en el tiempo (editorial Crítica), el investigador español contaba hilarantes anécdotas de su trabajo con Willerslev, que nada tienen que ver con la asepsia científica de, por ejemplo, el nombre de La Braña 1. “Eske es un científico joven. Es, también, apasionado y desordenado en extremo (durante bastante tiempo solía perderse en su propio edificio y necesitaba salir a la calle para volver a entrar por la puerta principal y de esta manera encontrar su despacho). Eske es incapaz de recordar en qué piso de un hotel se aloja, el número de la habitación, la calle donde se encuentra el hotel y el nombre mismo de éste”, arranca Lalueza-Fox sobre el investigador danés, autor de una veintena de publicaciones en las revistas científicas Science y Nature.
“Además, Eske desafía todos los convencionalismos académicos; es capaz de escuchar un seminario en la universidad tumbado en el suelo, pasarse una noche en vela trabajando en el laboratorio para terminar un experimento o beber una copa de más en la cena más formal de su departamento. Y como su mujer no le permite trabajar los fines de semana, no es raro que llame a sus colaboradores los domingos, escondido en el lavabo de su casa”, continúa el científico español en Palabras en el tiempo, un libro sobre las peripecias de los investigadores que participaron en la recuperación del genoma de los neandertales.
Willerslev, cuenta Lalueza-Fox, vive en un piso “plagado de escopetas de gran calibre”, recuerdo de sus expediciones a Siberia, Alaska y Groenlandia en busca de mamuts. En uno de esos viajes, uno de sus colaboradores “vio a Eske llegar corriendo al campamento seguido de cerca por un enorme oso pardo lanzado al galope”. En otro viaje a Siberia, “estuvo a punto de morir congelado, incapaz de encontrar el campamento al caer la noche”.

Fuente: http://es.noticias.yahoo.com/fotos/era-un-europeo-hace-7-000-os-con-photo-180019832.html

jueves, 16 de enero de 2014

Así eran los ‘neurocirujanos’ de hace 1.000 años

Hace entre 1.000 y 1.250 años, existió una cultura en la zona central de los Andes, en Perú, cuyos individuos tenían conocimientos rudimentarios sobre neurocirugía. Algunos de los miembros de la cultura de la zona de Andahuaylas, denominada posteriormente Wari, eran capaces de hacer trepanaciones y sanar a personas con heridas o problemas graves en la cabeza, e incluso de transmitir sus técnicas a las generaciones posteriores.
Son las conclusiones de un estudio presentado por la bioarqueóloga Danielle Kurin, de la Universidad de Santa Bárbara (California), que ha analizado los restos de 32 individuos de esta cultura y ha encontrado 45 muestras distintas de procedimientos de trepanación. El hallazgo, publicado en The American Journal of Physical Anthropology, indica que los habitantes de esta región tenían unos conocimientos avanzados respecto a las intervenciones craneales, y utilizaban herramientas como el taladro manual o la lima para tratar una amplia variedad de problemas de salud.
La trepanación es una técnica que consiste en realizar un agujero en el cráneo con el fin de aliviar la presión interior, ya sea por un traumatismo o un tumor. Hay pruebas de que esta práctica se llevó a cabo desde el neolítico con fines tanto médicos como mágicos o místicos. "Cuando tienes un golpe en la cabeza que provoca que tu cerebro se hinche peligrosamente", asegura Kurin, "hacer un agujero se convierte en algo razonable". El imperio Wari que habitó esta zona en competencia con los incas, desapareció de manera súbita y sin que se conozcan las causas, lo que provoca algunos problemas para conocer la cultura. Para Karin, es posible que los 'médicos' de esta civilización desarrollaran las técnicas de intervención ante la aparición de nuevas amenazas, como la violencia o las enfermedades.
El estudio de Kurin muestra varias técnicas que usaban distintas personas en diferentes zonas. Algunos limaban, otros cortaban y otros usaban el taladro. "Parece como si estuvieran probando diferentes técnicas de la forma en que probamos procedimientos médicos hoy en día", asegura Kurin. "Estaban probando diferentes maneras de cortar el cráneo".
En muchos individuos la presencia de hueso regenerado cerca de la incisión indica que el individuo se curó, mientras que en otro la operación no tuvo éxito y el enfermo no sobrevivió. "Tenemos muchos casos", insiste la investigadora, "en que la herida en la cabeza y la trepanación sanaron". Cuando el paciente no sobrevivía, los científicos sospechan que su cráneo era donado a la 'ciencia', para enseñar a otros las técnicas. Así lo indican algunos huesos en los que se observan talados de distinto grosor, como probando las herramientas y la fuerza que se necesita para atravesar el hueso. Esto mostraría que los miembros de aquella milenaria y extinta cultura no solo trataban de curar a los suyo, sino que creaban una especie de escuela para perpetuar ese conocimiento.

Fuente: http://es.noticias.yahoo.com/blogs/neurolab/as%C3%AD-eran-los-neurocirujanos-hace-1-000-a%C3%B1os-221724501.html

lunes, 6 de enero de 2014

¿Cómo evolucionaron los humanos para lanzar objetos?

Sólo los humanos pueden lanzar objetos a gran velocidad, una capacidad que ayudó drásticamente al Homo erectus, según los científicos.
El cuerpo de los ancestros humanos evolucionó para lanzar objetos hace unos dos millones de años, según un nuevo estudio. Lo que permitió esa capacidad evolutiva, al parecer, fueron cambios en la anatomía de la especie extinguida Homo erectus.
Las evidencias arqueológicas muestran que la caza se hizo más intensa durante este periodo, algo que los científicos atribuyen al desarrollo de la capacidad de lanzamiento. Según las conclusiones del estudio publicado en la revista especializada Nature, esa nueva destreza ayudó al desarrollo de los cazadores ancestrales y les permitió migrar por todo el mundo.
Sólo los humanos tienen la capacidad de lanzar un objeto con mucha rapidez. Podemos arrojar cosas mucho más rápido que nuestro más cercano pariente animal con vida, el chimpancé, que sólo logra lanzar algo a unos 32 km/h frente a los 145 km/h que puede alcanzar un atleta profesional.
Para investigar cómo sucedió el desarrollo evolutivo de esa habilidad, los científicos tuvieron primero que entender la biomecánica del lanzamiento de hoy en día.
Movimiento rápido
Para ello analizaron el lanzamiento de varios jóvenes jugadores de béisbol, utilizando cámaras especiales de captura de movimiento. Y observaron que el hombro actúa como una especie de onda (también conocida como china, tirachinas o resortera) a medida que el brazo gira hacia atrás.
Los ligamentos y tendones que rodean al hombro se estiran y almacenan energía elástica, que le da potencia al lanzamiento hacia el frente. Cuando esta energía queda en libertad genera lo que los científicos creen que es el movimiento más rápido que el cuerpo humano puede producir.
Los cambios en la anatomía de los hominini (antepasado del género Homo) que tuvieron lugar hace dos millones de años fueron los que permitieron ese almacenamiento de energía en el hombro, que resultaron en la capacidad de lanzar objetos rápidamente, y por lo tanto de cazar.
"El éxito en la caza hizo que nuestros antepasados pudieran hacerse parcialmente carnívoros, y comieran carne rica en calorías y en grasa, que mejoró drásticamente la calidad de su dieta", le dijo a la BBC el líder del estudio, Neil Roach de la Universidad de George Washington, en Estados Unidos.
"Este cambio dietario desencadenó una transformación radical en la biología de nuestros ancestros, lo que les permitió desarrollar cuerpos más grandes, cerebros más grandes y tener más hijos. También generó cambios interesantes en su estructura social", explicó.
"Sobre esa época empezamos a ver los orígenes de la división del trabajo, en las que algunos cazan mientras otros recolectan. Y probablemente también nos permitió trasladarnos a nuevos ambientes, como zonas donde no había vegetación de la que mantenernos antes de tener la habilidad de cazar", dijo el doctor Roach.
Pero puntualizó que es importante recordar que "lo que creemos sobre la caza y el comportamiento es todavía una hipótesis" y hace falta continuar investigando.
"Un problema fascinante"
Otro miembro del equipo de investigadores, Daniel Lieberman, de la Universidad estadounidense de Harvard, le dijo a la BBC que lo más fascinante para él había sido el hallazgo de que la mitad de la fuerza que el ser humano genera en el lanzamiento viene de la energía elástica almacenada en el hombro.
"Eso no es un resultado colateral de la evolución para otra cosa, es claramente una adaptación. Hubo cambios en nuestra anatomía que nos permitieron lanzar con precisión, así que queremos entender mejor cuales eran los desafíos de esa época temprana de la caza", dijo Lieberman.
Desde Kenia, donde se encuentra haciendo investigación, el académico explicó que comparado con otros animales como los guepardos, los leones o los leopardos, los humanos no tienen armas naturales, como las garras.
"La caza humana es un problema fascinante, y el hecho de que todas estas características aparezcan en la época en que evolucionó el Homo erectus sugiere que la caza pudo haber sido una fuerza de selección gracias a la capacidad de lanzamiento", dijo.
El profesor Lieberman agregó que el próximo paso en investigación sería descubrir qué usaban exactamente para cazar estos ancestros humanos, ya que hasta ahora no existen registros arqueológicos de armas que daten de este período.
Discrepancias
Susan Larson, de la Universidad de Stony Brook, de Nueva York, también trabaja en la investigación de la anatomía del hombro en primates y humanos para estudiar su evolución.
Larson no estuvo involucrada en este estudio y cree que es fácil sobreinterpretar los aspectos significativos de un fósil.
"Todo depende de cómo se interpreta la anatomía que ves en esos fósiles", apuntó.
"El Homo erectus no era necesariamente un lanzador tan prolífico", dijo.
Larson dice que el hombro del Homo erectus funcionaba también para darle a la mano una variada gama de movimientos para manipular objetos y hacer herramientas, pero no tenía el mismo diseño que en los humanos, y cree que el equipo investigador de este estudio tal vez haya subestimado la combinación de elementos sobre cómo funciona el hombro.
"Hay que entender cómo funcionan todas las partes en conjunto para lograr una amplia gama de movimientos", dijo.
Por su parte, Jill Rhodes, de la universidad de Drew, en EE.UU., considera que el nuevo estudio, más que aportar evidencias definitivas sobre el comportamiento del Homo erectus, lo que hace es introducir un modelo teórico más fuerte.
"La torsión del húmero, el ángulo al que la cabeza del húmero rota en la articulación del hombro, no concuerda con los registros de los atletas de lanzamiento modernos y, aún más importante, como el lanzamiento es una actividad de una sola mano, no hay evidencia de asimetría en el ángulo de la torsión del húmero del Homo erectus", dijo.
"Simplemente no hay fósiles preservados, así que no podemos decir que la torsión humeral demostrada en esa especie no es un aspecto de filogenia en lugar de comportamiento", agregó.
"Esta investigación abre una ventana en nuestro conocimiento sobre el comportamiento en el pasado, pero la vista aún está nublada", concluyó.

Fuente: http://terraeantiqvae.com/profiles/blogs/como-evolucionaron-los-humanos-para-lanzar-objetos?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+TerraeAntiqvaeRevistaDeArqueologaEHistoria+%28Terrae+Antiqvae%29&utm_content=Yahoo%21+Mail#.UdRfZVl76Uk

viernes, 20 de diciembre de 2013

Manifiesto: ¡Vamos ahora hacia las aulas digitales motivadoras!

Ha llegado la hora de abandonar de una vez y para siempre el aula frontal convencional, tipo auditorio con los estudiantes dándose mutuamente la espalda, mirando al docente. Esa aula, inventada por los monjes en el siglo XIII ya no es funcional a las necesidades y la posibilidades de los/las estudiantes y docentes del siglo XXI.
El aula frontal asumía que el docente era la única fuente del saber: "magister dixit", el maestro lo dijo era la consigna. Se asumía que solamente él estaba en condiciones de leer e ir entregando los conocimientos. Han pasado más de siete siglos desde entonces y hoy podemos tener todos los registros escritos, (libros, documentos, presentaciones) y los audiovisuales (videos, conferencias, fotografías, infografías, etc.) al alcance de la mano, a uno o dos clic de nuestro dedo índice.
Los/las estudiantes ya no necesitan estar mirando hacia el frente, hacia el maestro. Ahora, con pupitres digitales que incluyen una tablet o una notebook, pueden mirarse los unos a otros y pueden interactuar entre sí, con el docente y con la clase que éste preparó y que está presentando de forma estructurada con textos e imágenes en un programa de gestión de los aprendizajes. Y no solamente eso, también pueden ir a cualquier otra información en la Word Wide Web.
Desaparece el aula- auditorio y emerge el aula circular o semicircular, el aula-conversatorio. Ya no se requiere mirar a ningún tipo de pizarrón e incluso Mr. o Ms. Power Point son obsoletos.
Cambia el rol del maestro o la maestra. Ahora, su rol es liderar un proceso de aprendizaje proponiendo a los estudiantes que jueguen de forma individual o grupal con textos, imágenes, videos, canciones, etc. En la tablet están las ejercitaciones y las respuestas a las ejercitaciones. El rol del maestro es ordenar y presentar los temas, los contenidos y hacer que éstos hagan sentido a sus alumnos. Conectarlos con su vida cotidiana, con sus emociones, darles contexto. Dirigir las discusiones y los foros orales que los estudiantes pueden entablar allí mismo, en el aula-conversatorio y que pueden prolongarse en línea si es necesario. Verificar que estén presentes en la clase y no visitando a sus amigosen FB o en el chat. Pedir que cierren las pantallas cuando deben prestar atención a lo que dicen sus compañeras o compañeros, practicando la cortesía básica de la era digital: "te escucho, me escuchas, mirándonos a los ojos"
Para generar sentidos, rol del docente, más que nunca, es adaptar los temas a la cultura de los grupos de estudiantes con los que trabaja: por ende, debe ser altamente competente en el dominio de las metodologías y las didácticas que mejor funcionan con esos estudiantes, dentro y fuera de las pantallas.
Y así como el aula auditorio tiene que irse, también tienen que irse los mitos que giran alrededor de ella: por ejemplo, el mito de que el docente "trasmite" algo, pues no trasmite nada; entabla conversaciones (flujos de lenguaje y emoción) a través de los cuales emergen sentidos. Por eso nuestra profesión y nuestra pasión -la de los docentes- no están debilitadas, sino potenciadas por las tecnologías digitales y avanzaremos hacia ellas ahora. ¡Ahora y no mañana!

Fuente: http://www.liderazgoeneducacion.org/

lunes, 9 de diciembre de 2013

Insectos, una herencia prehispánica

Sobre la mesa yace un platillo que a primera vista se le antojaría a cualquiera: tres tortitas bañadas con mole y ajonjolí. Para algunos comensales ese platillo hecho con ahuautle, huevo de mosco o chinches de agua, resultaría un auténtico manjar, para otros algo repugnante.
"Es uno de los platillos prehispánicos más representativos de la ciudad de México. Se le considera el caviar mexicano. Es rico en vitaminas, hierro, fósforo porque todo es natural", expresa don Fortino Rojas, chef del restaurante Don Chon, uno de los pocos sitios de referencia en la ciudad de México donde es posible degustar la tradición culinaria de los antiguos mexicanos. En la mesa donde don Fortino prepara este caviar mexicano también hay un plato de acociles (una especie de cangrejo de río), otro de jumiles (chinche o escarabajos de monte), uno de chicatanas (hormigas negras voladoras) así como de algunos gusanos, como los de maguey.
Ese variado menú de insectos que ofrece Don Chon en su carta es apenas una pequeña muestra de las 549 especies de insectos comestibles que, según investigadores de la UNAM, existen y se siguen consumiendo en diversas partes del país.
Como una dieta diaria o como el esperado manjar de temporada, la tradición prehispánica de consumir insectos prevalece en algunas comunidades indígenas de México como una herencia gastronómica y cultural de sus antepasados.
Una tradición que desde hace una décadas se ha metido hasta la alta cocina y ha sido reconocida incluso por organizaciones internacionales como la FAO, que en un informe reciente propone extender en todo el consumo de insectos como opción ante la escasez de comida.
Para antropólogos y especialistas en gastronomía, la cantidad y diversidad de estas especies en la alimentación de los antiguos mexicanos, así como la permanencia de esa tradición en los pueblos indígenas, indican la importancia y trascendencia que los insectos han tenido en la historia de la gastronomía mexicana. “En el México antiguo los insectos son un alimento que se encuentra en la comida de todos los días, o en la de los rituales y en las ofrendas. Además, no era alimento para unos pocos, como para los guerreros, sino que es un consumo a diferentes niveles, para muchas personas. Lo que podía cambiar eran las cantidades”, explica la antropóloga Laura Corona, investigadora de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH). “En todos los grupos indígenas del país, los insectos han formado parte de la alimentación pero no se conoce bien porque hay mucha gente que les tiene repulsión”, añade el chef Mauricio Ávila Serratos, académico del Colegio Superior de Gastronomía, quien asegura que tan sólo en el DF existen 75 especies de insectos comestibles.
Exótica tradición
La práctica del consumo de insectos entre diversas culturas mesoamericanas está documentada en las crónicas de la época, así como en los códices.
Pero durante la Conquista esta tradición culinaria fue rechazada por los españoles. Así lo demuestra el significado que se les daba a los insectos en algunos conventos del siglo XVIII, donde el consumo de, por ejemplo, los jumiles era aplicado como un castigo o penitencia para las monjas en falta.
Aunque esa influencia religiosa contribuyó a que ese hábito alimenticio se olvidara o desapareciera en algunas regiones, en la mayoría de los pueblos indígenas sobrevivió e incluso llegaron a enriquecer su preparación con ingredientes introducidos por los conquistadores. Actualmente esos cambios en la forma de preparación continúan, ya sea por la escasez de los ingredientes originales, como por el creciente interés de los gastrónomos de buscar nuevas formas de presentación y de hacer con los insectos platillos gourmet.
“Los platillos que se cocinan en las comunidades, que se transmiten de generación en generación, van cambiando de acuerdo a las circunstancias, a veces ya no hay los ingredientes tradicionales y los van cambiando por otros. Por otro lado, hay una fuerte tendencia de los gastrónomos de incorporar este tipo de elementos como opción para hacer platillos gourmet”, comenta Laura Corona.
Según la especialista, la tendencia de revalorar a los insectos como ingredientes en determinados platillos se debe en gran parte a la valorización que en los últimos años se le ha dado a la gastronomía mexicana a partir de la declaratoria de la UNESCO como patrimonio de la Humanidad.
Comida para ricos
“La nueva visión de la gastronomía es explotar estos elementos para introducirlos como algo gourmet, cuando en realidad es algo milenario, que se han comido siempre y que es común en el campo”, dice Ávila Serratos, autor del Recetario tradicional del Distrito Federal (Conaculta ,2012), donde a través de visitas de campo y entrevistas con habitantes de los pueblos originarios de la ciudad rescata los saberes culinarios que han existido en el Valle de México. Así, mientras que en el campo estos insectos forman parte de la tradición alimentaria de la mayoría de sus habitantes, en las ciudades el consumo de estas especies es considerado un lujo o una práctica limitada a paladares exóticos.
“El kilo de ahuautle alcanza los cuatro mil pesos, los jumiles están como en tres mil pesos el kilo. Cada vez son más difíciles de conseguir y son muy caros, es comida para ricos”, dice don Fortino Rojas. En el campo o en los pueblos indígenas, el panorama es distinto, pues desde tiempos prehispánicos la tradición de sus habitantes ha sido aprovechar los recursos naturales a su alcance, entre ellos los insectos comestibles. “La variedad depende de los nichos ecológicos en donde viven y de las temporadas.
Por ejemplo, en Valle del Mezquital hay temporadas en las que abundan los escamoles, en otra parte se incrementa la población de grillos y todo esto se aprovecha. Lo importante de todo esto es el conocimiento que estas personas tienen de su entorno para aprovechar los recursos naturales a su alcance, conocer los lugares dónde encontrarlos y saber cómo explotarlos”, afirma Granados.
En el caso del Valle de México, añade Mauricio Ávila Serratos, los aztecas aprovecharon de los lagos, la milpa y los montes. De esos ecosistemas aprovecharon la flora y la fauna, entre ellos los insectos acuáticos, como las cucarachas de agua, los gusanos blancos, las larvas de libélula y el ahuautle o caviar mexicano, que se cultivaba a orillas de los lagos, en determinadas temporadas.

Fuente: http://www.eluniversal.com.mx/cultura/71948.html