jueves, 13 de junio de 2013

La cara ‘humana’ apareció hace un millón de años

Hace al menos un millón de años, “un señor X” se paseó por este planeta con una cara similar a la suya. A la de usted, que está leyendo estas líneas. La cara moderna, esa con un perfil plano en el que sobresale la nariz, apareció hace al menos un millón de años en algún lugar entre el este de África y el sur de Europa, según sugieren nuevos datos recién publicados por científicos de España y EEUU.
La clave de la afirmación está en un hueso del centro de la cara desenterrado en 1994 en el yacimiento de la Gran Dolina de Atapuerca, en Burgos. El hueso, un maxilar, perteneció a un chaval que vivió hace unos 900.000 años en la zona.
Según el equipo de Atapuerca, el chico, de unos 11 años, fue asesinado durante un ataque de una tribu rival. Lo mataron, cortaron su carne con una piedra afilada y se lo zamparon. En la cultura de los de su especie, los Homo antecessor, el canibalismo era la forma de decir “tú y los tuyos no sois bienvenidos en este territorio”.
Si aquel suceso hubiera ocurrido hoy, la fotografía en la prensa del chico asesinado y devorado nos conmovería. Su cara era “suficientemente moderna como para pasar prácticamente desapercibida en un tren lleno de gente”, según el antropólogo Timothy Bromage, de la Universidad de Nueva York.
Bromage, junto a un amplio equipo que incluye a los tres codirectores de los yacimientos de Atapuerca y a la paleoantropóloga María Martinón-Torres, ha comparado el maxilar del chico asesinado en la Gran Dolina con el maxilar de otro célebre chaval fósil, el niño de Nariokotome, un Homo ergaster de unos nueve años que vivió hace 1,5 millones de años en lo que hoy es el lago Turkana, en Kenia.
Una goma de borrar hueso
Los autores recuerdan que el moderno rostro humano se diferencia del de los primeros miembros del género Homo en que nuestro perfil es relativamente plano. Técnicamente, los científicos lo denominan perfil ortognato, del griego orthos (recto) y gnathos (mandíbula): un perfil plano en el que sobresale una nariz. En cambio, los primeros Homo y nuestros primos los chimpancés son prognatos, con la mandíbula y el maxilar salientes hasta el punto de formar una especie de hocico.
“Hemos estudiado la dinámica del crecimiento facial. Un hueso no es estático. Hay unas células que depositan hueso y otras que destruyen hueso”, explica José María Bermúdez de Castro, codirector de Atapuerca. “En el cráneo de un niño actual casi todo es deposición ósea, porque está creciendo a un ritmo brutal, pero hay una excepción en la zona de debajo de la nariz, donde hay resorción ósea [eliminación de hueso]”, explica el paleoantropólogo. Al microscopio, es sencillo distinguir si un hueso fósil crecía o decrecía. “Hemos visto que, como sucede en los Homo sapiens, los Homo antecessor presentan esta resorción ósea debajo de la nariz”, añade el investigador.
Sin embargo, esta goma de borrar hueso que cincela el perfil humano por debajo de la nariz está ausente en el niño de Nariokotome, 600.000 años más antiguo. En su caso, el hueso crece hasta formar una especie de hocico, según sugiere Bermúdez de Castro. “Su patrón de crecimiento facial es similar al de los primeros miembros del género Homo y al de los Australopithecus”, afirman los autores en su estudio, recién publicado en la revista PLoS ONE.
“El señor X”
“Hace por lo menos un millón de años apareció el señor X, como le llamamos nosotros, con una cara moderna, que estaría asociada a una mayor capacidad craneal, de más de 1.000 centímetros cúbicos, y a un desarrollo dental moderno”, hipotetiza Bermúdez de Castro. Todos esos rasgos están presentes en el Homo antecessor, una especie de momento sólo identificada en Atapuerca.
Ese “señor X” es, a juicio del paleoantropólogo, “el origen de la humanidad moderna”. ¿Y quién fue ese señor X? “Todavía no lo sabemos, porque hablamos de una época muy oscura, hace un millón de años, con pocos restos fósiles”, admite.
En su opinión, ese señor X con cara moderna pudo surgir a partir de los africanos Homo ergaster o incluso de los Homo georgicus, que vivieron en la actual Georgia hace 1,8 millones de años. “De momento, los fósiles de Homo antecessor hallados en la Gran Dolina de Atapuerca son lo más parecido que conocemos a ese señor X”, asegura Bermúdez de Castro.
“Los procesos de crecimiento facial por sí solos no crean una anatomía facial que podamos considerar moderna”, matiza Timothy Bromage. Su equipo, de hecho, ya identificó este crecimiento facial característico de los humanos modernos en una especie de homínidos que vivió hace entre 2,5 millones y un millón de años: los Paranthropus. Pero estos homínidos primitivos no contaban con un segundo factor importante para presentar una cara moderna: un cerebro de gran tamaño. Su capacidad craneal se reducía a 500 centímetros cúbicos, la mitad que la de los Homo antecessor.
Un cerebro de gran tamaño
“Ahora sabemos que cuanto mayor sea el cerebro, más se retraen las mandíbulas por debajo de los lóbulos frontales del cerebro. Esto significa que la región de la frente es mucho más visible en los Homo antecessor que en los Paranthropus o incluso en los Homo ergaster”, señala Bromage.
“Como mínimo, podemos decir que los mecanismos de crecimiento facial y el incremento del tamaño del cerebro en los Homo antecessor están integrados para crear en esta fecha temprana una cara humana más moderna que cualquiera que hayamos visto antes en cualquier otra especie fósil”, añade.

Fuente: http://terraeantiqvae.com/profiles/blogs/la-cara-humana-aparecio-hace-un-millon-de-anos?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+TerraeAntiqvaeRevistaDeArqueologaEHistoria+%28Terrae+Antiqvae%29&utm_content=Yahoo%21+Mail#.UbkOCFl76mQ

martes, 4 de junio de 2013

Hallan evidencias de presencia humana en América del Sur hace 22.000 años

Hallan evidencias de presencia humana en América del Sur hace 22.000 años
El hombre vivió en América del Sur miles de años antes de lo que se pensaba, revela un polémico estudio. Científicos franceses afirman que las herramientas de piedra descubiertas en una cueva brasileña pueden tener 22.000 años de antigüedad.
El equipo de Christelle Lahaye, de la Universidad de Michel de Montaigne de Francia, realizó una excavación en un refugio rocoso en el noreste de Brasil y encontró 113 herramientas de piedra. Usando una técnica especial, los científicos estimaron que la última exposición de algunas piedras a la luz solar fue hace unos 22.000 años.
Los descubrimientos muestran evidencias de presencia humana mucho antes de la llegada de los indios clovis hace 13.000 años, considerados históricamente por algunos arqueólogos los primeros pobladores americanos. Desde los años 80 hay evidencias que el hombre llegó América del Sur hace al menos 15.000 años.
Para algunos científicos el descubrimiento es objeto de debate. "Las cuevas brasileñas son difíciles de interpretar", señala el doctor John McNabb, de la Universidad de Southampton. Las piedras que caen se pueden romper, haciendo que se vean como herramientas hechas por el hombre. Por esa razón, McNabb llama a la evidencia presentada "indicativa, pero no probada".
La versión de caídas de piedra es poco probable, insiste por su parte Christelle Lahaye. Las herramientas están hechas de un material que no está presente en el sitio: "Vienen desde al menos 15 kilómetros de distancia", señala Lahaye. Su grupo está estudiando las herramientas de sitios cercanos, las cuales presentan señales de haber sido utilizadas para cortar madera y hueso.

Fuente: http://actualidad.rt.com/ciencias/view/93113-presencia-humana-america-sur-22-miles-anos