lunes, 30 de julio de 2012

El Homo heidelbergensis tenía una capacidad de habla similar a la de un niño de 10 años

El hombre de la Sima de los Huesos, el Homo heidelbergensis, estaba lo suficientemente evolucionado como para hablar, aunque su capacidad aún estaba un paso por detrás de la del hombre moderno. Se trata de la evidencia más antigua de la comunicación humana, como explica a DiCYT Ignacio Martínez, investigador y coordinador del Área de Evolución Humana del Centro de Evolución y Comportamiento Humanos UCM-ISCIII (Universidad Complutense de Madrid-Instituto de Salud Carlos III), quien ha impartido la última conferencia del ciclo del Museo de la Evolución Humana (MEH), en España, que conmemora los 20 años del descubrimiento de Miguelón. 
El equipo de Ignacio Martínez trabaja desde finales de los 90 en esta línea de investigación, a través de dos aproximaciones diferentes. “El problema de estudiar el lenguaje es que no tenemos una máquina del tiempo que nos permita saber si hablaban, por lo que estudiamos distintas líneas de evidencia. Si todas coinciden en un mismo punto, tenemos una certidumbre muy seria”, señala el investigador, quien destaca la riqueza y la calidad de los fósiles hallados en la Sima de los Huesos, lo que ha permitido abrir estas dos aproximaciones al problema. 
La primera, detalla, trata “de reconstruir la anatomía de las vías aéreas superiores, con lo que hablamos, la garganta y la boca”. “Las personas tenemos una anatomía especial que nos permite producir los sonidos del lenguaje. Por ejemplo, los chimpancés no pueden hacer los sonidos de las consonantes y esto tiene una explicación anatómica. Con los fósiles que disponemos, un hueso hioides (el que está en la base de la lengua) y las vértebras del cráneo 5 que nos permiten saber cómo era su cuello, evidenciamos que la gente de la Sima de los Huesos es diferente a un chimpancé y en lo que se diferencia de éstos se parece mucho a los humanos, aunque todavía no es exactamente igual”, subraya. 
Así, a nivel fisiológico, el Homo heidelbergensis “tendría la capacidad de un niño de 10 años, por lo que podría hablar perfectamente”, asegura. Frente a esta aproximación “clásica”, puesto que estos estudios sobre la capacidad anatómica ya se han realizado con otros fósiles en otras partes del mundo, el equipo de investigación de Ignacio Martínez trabaja en una línea novedosa.
“Hemos desarrollado una metodología nueva para estudiar una aproximación al problema que no se le había ocurrido a nadie, a través de la audición”. A través de los huesecillos del oído medio (yunque, martillo y estribo) y también del propio hueso temporal (donde está alojado el oído), se puede hacer una reconstrucción y analizar su funcionamiento. “Es como hacer un audiograma. Con estos fósiles somos capaces de reconstruir con precisión cómo oían. Los humanos oímos de manera diferente a los chimpancés, también porque estamos especializados en el lenguaje. De igual manera que los chimpancés no pueden pronunciar las consonantes, una parte de ellas resuenan en unas frecuencias en las que los chimpancés no tienen sensibilidad y por ello capacidad de distinguirlas con facilidad. En cambio, a esa gama de frecuencias nuestro oído está adaptado y tiene mucha sensibilidad, y por eso distinguimos muy bien las consonantes. Al estudiar los fósiles de la Sima hemos visto cosas similares, su sensibilidad acústica es muy diferente a la de los chimpancés y se parece mucho a la de los humanos, pero todavía no es igual”, agrega el experto. 
En cuanto a los nuevos hallazgos realizados en la Sima de los Huesos durante esta campaña, Ignacio Martínez avanza que no les ayudarán a seguir en esta línea, ya que no pertenecen a la región que estudian. No obstante, han abierto nuevas vías de trabajo y prevén trasladar los estudios al oído interno, así como extender la nueva metodología desarrollada en torno a la audición a otros fósiles más antiguos hallados en otras partes del mundo.
Doctor en Biología por la Universidad Complutense de Madrid, Ignacio Martínez es miembro de las excavaciones e investigaciones de la Sierra de Atapuerca desde 1984 y forma parte del equipo que baja a la Sima de los Huesos desde hace más de 20 años Sus principales líneas de investigación se relacionan con la base del cráneo y el origen del lenguaje y la audición en la evolución humana. Es autor de numerosos artículos científicos en las más prestigiosas revistas del campo de la evolución humana (como Nature y Science), libros de ensayo y divulgación. (Fuente: Cristina G. Pedraz/DICYT)

Fuente: http://noticiasdelaciencia.com/not/4786/el_homo_heidelbergensis_tenia_una_capacidad_de_habla_similar_a_la_de_un_nino_de_10_anos/

viernes, 13 de julio de 2012

Descubren camino inca que conduce al santuario Machu Picchu

 Descubren camino inca paralelo al tradicional que conduce a Machu Picchu. Foto: DRC de Cusco.
Cusco, jul. 06 (ANDINA). Un camino inca de más de cuatro kilómetros, paralelo al tradicional que conduce a Machu Picchu, fue descubierto por un grupo de especialistas y técnicos de la Dirección Regional de Cultura (DRC) de Cusco, que realizaba trabajos de conservación, anunciaron hoy especialistas.
Oscar Montufar La Torre, arqueólogo residente del Camino Inca a Machu Picchu, señaló a la Agencia Andina que se trata de una vía empedrada de 1.70 metros de ancho, que se bifurca en el sector Chaquiccocha (kilómetro 24 del tradicional Camino Inca a Machu Picchu) y llega al conjunto arqueológico de K’antupata.
Se vuelve a unir al camino tradicional a la altura del kilómetro 33, entre los conjuntos arqueológicos de Inti Punku y Wiñayhuayna (de este último al santuario de  Machu Picchu hay 3.7 kilómetros de distancia).
A lo largo de la ruta hay muros de contención de hasta diez metros de altura, muros de retención, un túnel de diez metros con 28 escalinatas, estribos de un puente de cinco metros, drenajes, canales, escalinatas y miradores, detalló.
Destacó que el tramo descubierto, de cuatro kilómetros y 31 metros lineales, a más de 3,600 metros sobre el nivel del mar, mantiene intactas sus características originales en un 70 por ciento, aunque cubierto de musgo y varias especies de orquídeas y helechos.
El 30 por ciento restante fue dañado por deslizamientos de tierra y la espesa vegetación de la zona, indicó.
Para Montufar La Torre, el hallazgo evidencia la existencia de una gran red vial, que tuvo fines reales, administrativos y militares, “es por eso que se evidencian varios caminos en un mismo lugar”, acotó al precisar que este tramo está dentro del parque arqueológico de Machu Picchu.
“El hallazgo es muy importante porque se da después de 500 años; esto reafirma que las construcciones arquitectónicas de los incas fueron firmes y se mantuvieron. Es importante también para fortalecer el proyecto Qhapaq Ñan”, resaltó.
K’antupata es un complejo arqueológico descubierto en la década de los ochenta del siglo pasado, que registra pinturas rupestres, sectores urbanos y agrícolas, fuentes de agua, plazas hundidas, una plaza triangular y escalinatas.
El director del parque arqueológico de Machu Picchu, Fernando Astete Victoria, adelantó que solicitarán autorización al Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) para retirar la vegetación que cubre el referido camino y trasladar las especies endémicas. Este trabajo demoraría un año.
Luego de ello, dijo, se formulará un proyecto de investigación y, posteriormente, se procederá a la puesta en valor, que tardaría un año y medio.
“Es muy importante para el parque arqueológico poner en valor y mostrar este nuevo camino a la comunidad científica, con ello estamos demostrando que los incas fueron grandes constructores de redes viales”, finalizó Astete Victoria.

Fuente: http://www.andina.com.pe/Espanol/noticia-descubren-camino-inca-conduce-al-santuario-machu-picchu-419255.aspx

martes, 3 de julio de 2012

Hallan 40 sitios arqueológicos en la ruta del Takesi



Un equipo de investigadores bolivianos e italianos identificó 40 sitios arqueológicos en la ruta del Takesi, en los Yungas paceños, en una serie de investigaciones efectuadas desde 2001 a la fecha.
Los resultados de este trabajo, de más de diez años, forman parte de la muestra Chungumayu, patrimonio arqueológico al este del Illimani, que se exhibe en ArtEspacio CAF (Arce, 2915 ), y que estará abierta al público hasta el 28 de julio.
Ciudadelas, terrazas de cultivo y cementerios prehispánicos son algunas de las “joyas” arqueológicas que albergan estas rutas construidas durante el periodo precolonial. “A lo largo del Takesi se identificaron más de 40 sitios correspondientes a diferentes épocas y cultura, y que tuvieron diversas funciones”, detalla un informe del equipo. 
“Se hallaron rastros de la cultura tiwanakota, que es una de las más antiguas, pero también se encontraron edificaciones y piezas de señoríos aymaras y de los incas”, explicó la arqueóloga italiana Patrizia Di Cosimo, quien lideró las investigaciones. 
A la hora de entrar en detalle sobre los principales descubrimientos, Di Cosimo contó a Página Siete que “todos los sitios fueron registrados... en algunos, por ejemplo, encontramos piezas tiwanakotas, como cerámicas y utensilios”, agregó. 
En cuanto a los rastros aymaras, se trata de restos de construcciones de su etapa intermedia tardía, que se desarrolló desde el siglo X hasta la llegada de los incas. “Todavía tenemos que investigar cuáles son las características exactas”, dijo la experta.
También hallaron edificaciones típicas incaicas, cuyos pobladores, se cree, llegaron a la zona después del siglo XV. “Falta profundizar en estudios técnicos. Aún no hemos terminado la investigación”. El proyecto Takesi es una iniciativa apoyada y financiada por la Universidad de Bolonia y el Ministerio de Asuntos Exteriores de Italia. 
Otros descubrimientos
En estos más de diez años de investigación, la italiana y su equipo también hallaron otras edificaciones en la zona de Markapata, del municipio de Irupana. “Tienen tres grandes murallas defensivas, plataformas y terrazas y se caracterizan por presentar estructuras rectangulares y circulares, además, de un canal que abastecía de agua al lugar”. 
Mientras que en las localidades de Quilambaya, Pasto Grande y los cementerios de Santiago de Taca -siempre a lo largo de la ruta del Takesi- encontraron terrazas de cultivo (de la época de los incas). “En estos sitios hay hermosas ciudadelas y tambos”, contó la investigadora. 
Los tambos son estructuras de piedra que se empleaban como lugares de descanso. “Hallamos dos tambos, uno era el que los incas denominaban Chuñavi y les servía para alojar a sus tropas. Son estructuras que tenían almacenes de comida y tejidos para las personas que pasaban por el sitio”.
Según la italiana, el equipo de investigadores pudo llevar adelante su trabajo gracias a la cooperación de los comunarios de la zona. 
“Ellos hallaron piezas arqueológicas, como kerus (vasijas) de estilo tiwanakota”, contó Di Cosimo, para quien aún queda un largo camino. “Se debe ejecutar un trabajo para la preservación de estos lugares. Gracias a su aislamiento gran parte de las estructuras se han conservado, aunque algunas se deterioraron por factores naturales”.
El arqueólogo Ronald Terán, ex director de Patrimonio, sostuvo que estos sitios son patrimonio del país. “El aporte de este tipo de expediciones es muy valioso. Es importante que coordinen un plan de trabajo con el Estado para preservar los sitios”.

Fuente: http://www.paginasiete.bo/2012-07-03/Cultura/NoticiaPrincipal/26cult030712.aspx